Brandy Alfonso

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Producción

Nobleza

La calidad de la gama de brandies Alfonso es el resultado de su materia prima, procedente de la destilación de buenos y equilibrados vinos, y de su proceso de envejecimiento, el mismo que el de los vinos de Jerez. Un complejo sistema "dinámico", denominado de "criaderas" y "soleras", exclusivo de la zona.

En esencia se trata de un almacenado de botas divididas en escalas, cada una de las cuales está formada por un número aproximadamente igual de vasijas (llamadas “botas” en Jerez). La primera de estas escalas es la solera, que contiene el brandy Alfonso más añejo, siguiéndole por orden de antigüedad la primera criadera y a ésta la segunda criadera, etc. De la solera se extrae -la misma cantidad de cada una de las botas y no más de un tercio del contenido total- el brandy para embotellar, una operación que se denomina "saca". El brandy sacado de la solera se repone con la misma cantidad de la primera criadera y ésta con la de la segunda criadera, y a sí sucesivamente. Es lo que se conoce como "rocío". Con ello se consigue que el consumidor disfrute siempre de un brandy con el mismo sabor, aroma y olor, y con idéntica calidad. Tal es el resultado de la homogeneización que se consigue con este sistema a diferencia del sistema “estático” de añadas con el que vinos de una misma marca varían de calidad según la cosecha.

Madera

La importancia de la madera es fundamental en el proceso de envejecimiento del los brandies de Jerez. No sólo por tratarse de botas de roble americano -cuya porosidad y capacidad de cesión es la más adecuada- sino, sobre todo, por el hecho de que previamente han de haber contenido durante al menos tres años algunos de los tipos de vinos de Jerez: Fino, Oloroso, Amontillado, Pedro Ximénez, etc. Dependiendo del vino que hayan criado, dotarán al Brandy de características y matices singulares.

Tiempo

El tiempo transcurre lenta y plácidamente en el interior de las Bodegas Williams & Humbert (Jerez) donde reposan en silencio las botas de roble americano que contienen los brandies de la gama Alfonso.

Un tiempo de envejecimiento que será distinto para cada categoría de brandy. Así, el Brandy de Jerez Solera, el más joven y afrutado, tiene un envejecimiento promedio de un año; el Solera Reserva añeja durante una media de tres años; y el Solera Gran Reserva, el de mayor tiempo de envejecimiento, lo hace un mínimo de diez años.